Educar no es solo instruir
Encontramos una diferencia grande en ambos conceptos. Para instruir basta con saber. Para educar es necesario "ser". No hay destino digno sin cultura, no hay cultura sin valores, no hay valores sin no hay docentes capaces de vivirlos (Roberto M. Silvano). Estas palabras vienen cargadas de una evidente responsabilidad por parte del maestro elevándolo a la categoría mas noble en el cumplimiento de los valores, me hace recordar a un sencillo pensamiento atribuido a San Francisco de Asís:"Predica el Evangelio todo el tiempo y, si es necesario, utiliza las palabras", ´pues el maestro tiene en sus manos la posibilidad de formar personas comprometidas, justas y solidarias o ciudadanos resentidos y violentos.
El maestro de este tiempo no puede limitarse a dar solo conocimientos, sino debe asumir su compromiso e implicarse en los problemas que aquejan a sus alumnos, problemas en su aprendizaje que muchas veces tienen su origen en el entorno familiar. Los maestros debemos comprender que los conocimientos no se imponen sino que investigan y promueven y que las mentes no se moldean sino que se guían y tutelan.
No he querido apartarme de esta diferenciación entre el transmitir información, conocimientos, destrezas, etc, (instruir, enseñar) y formar al individuo completa, su personalidad, ante todo su moral (educar, formar) sin embargo hoy en día se ha fusionado ambos conceptos (en Educado), pues no se podría concebir que un sujeto este bien instruido sin formación en ciertos valores humanos y, vice versa, no se podría hablar de un menos educado si no maneja las técnicas mínimas que brinda la instrucción.
T.S. Eliot escribió un hermosos poemas (the Rock):
¿Donde esta la sabiduría que hemos perdido en el conocimiento?
¿Donde esta el conocimiento que hemos perdido en la información?
Esta nueva era apenas empieza: la información nos anega desde todas partes, pero el conocimiento divide y marca nuestras oportunidades vitales y la sabiduría necesita ser reconstruida.
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